Si tienes aire acondicionado en casa, este es el momento de poner a punto tu aparato: te explicamos cómo limpiar el aire acondicionado y tenerlo listo para el verano. Mejor revisar ahora que todo está en orden que llevarte una sorpresa cuando el calor apriete más. Aquí te dejamos unas pautas de cómo hacer el mantenimiento de tu aparato de aire acondicionado.
Un buen mantenimiento mejora la eficacia
¿Cómo está tu instalación de aire acondicionado? Todavía estás a tiempo de, en el caso de detectar una avería, tratar de solucionarla por tus medios o llamando al servicio técnico, que suele saturarse en los meses de estío debido a la alta demanda y las vacaciones. Aquí te dejamos unas pautas de cómo hacer el mantenimiento de tu aparato de aire acondicionado y asegurarte de que todo está como debe antes de iniciar la temporada de uso intensiovo.
Si no dispones de equipo de aire acondicionado, puedes probar nuestros consejos para refrescar tu casa de manera natural o puedes instalar un aparato eficiente y a buen precio
Poner a punto el aire acondicionado en 5 pasos
Antes de empezar, lo primero que tienes que hacer es leer las instrucciones de tu aparato de aire acondicionado. Por norma general, el proceso de mantenimiento suele ser igual para todos los aparatos, pero existe la posibilidad de que el tuyo necesite algo más específico. De ser así, lo pondrá en las instrucciones.
A continuación, te explicamos los pasos más comunes que debes seguir a la hora de realizar el mantenimiento de un aparato de aire acondicionado:
1. Limpia los filtros de la unidad interna
Es fundamental comenzar por la limpieza y mantenimiento del filtro del aire acondicionado. El filtro atrapa el polvo y los alérgenos presentes en el aire, garantizando una mejor calidad del aire interior.
¿Cómo limpiar los filtros?
Para limpiarlos, abre la cubierta frontal de la unidad interior del aparato. En la mayoría de los modelos, los filtros salen fácilmente tirando de ellos ligeramente, aunque lo mejor es consultar las instrucciones del fabricante, allí se detallará la manera de extraerlos. Una vez extraídos, lávalos con agua fría y déjalos secar a la sombra antes de introducirlos de nuevo al aparato. Pero ¡cuidado! los filtros de carbón activado no deberían limpiarse ya que pueden perder sus propiedades.
Lo recomendable es hacer esto una vez al año. Aunque si tu aparato es una bomba de calor y lo usas también en invierno, quizás sea mejor que limpies los filtros más a menudo.
¿Cada cuánto hay que cambiar el filtro?
Eso depende de cuánto uses el aire acondicionado y de la calidad del aire en la zona en la que vives. Como orientación, si quedan zonas oscuras después de haberlo lavado, es el momento de cambiar el filtro.
2. Limpia el split
No te olvides de limpiar el resto del split, especialmente la parte por donde desagua. Evita a toda costa que se acumule agua, ya que podría convertirse en un foco de bacterias y malos olores.
3. Limpia la unidad externa
La unidad exterior suele tener un mantenimiento algo más complicado, porque es donde se encuentra el gas refrigerante y porque suele estar instalada en la fachada. Por estas razones, se aconseja que solo la manipule un profesional, al igual que se recomienda con su instalación.
Aun así, si está accesible y no supone ningún riesgo para ti, puedes quitar el polvo a las rejillas externas con un aspirador, o con un cepillo o una brocha blandos.
4. Revisa el circuito
Uno de los problemas con los que te puedes topar durante el mantenimiento de tu aire acondicionado es que el aparato tenga alguna fuga y esto haga que se escape el gas refrigerante.
Primero, inspecciona visualmente el sistema: tuberías y conexiones en busca de síntomas evidentes de una fuga. Algunos de ellos son detectar manchas de aceite o sitios con elevada corrosión o algún tipo de daño similar. En ese caso, llama al técnico, que se encargará de encontrar la fuga, arreglarla y hacer una recarga de gas.
5. Prueba el sistema
Para asegurarte de que todo está en orden antes de que lleguen los calores, lo mejor es encender el sistema y comprobar si funciona correctamente. No debería haber ruidos o vibraciones extrañas pasados unos minutos de funcionamiento.
Verifica que la unidad enfría dejándola funcionar por un tiempo. Si notas que enfría poco o que el flujo de aire es débil, puede que necesites llamar a un técnico para hacer una revisión más en detalle.
En la puesta a punto de tu equipo, comprueba también:
- Malos olores: pueden indicar que se ha acumulado moho o humedad debido a la condensación del agua en la unidad interior o en el desagüe. Es un problema común y más difícil de solucionar de lo que puede parecer a simple vista.
- Si expulsa agua: si no vierte agua, puede ser síntoma de un taponamiento o problema en la instalación.
Ventajas del mantenimiento del aire acondicionado
Además de asegurarte de que el aparato va a funcionar bien cuando llegue el momento, hacer un buen mantenimiento te ayuda a:
- Disponer de un aparato más eficiente: un equipo limpio y en buenas condiciones necesita menos energía para tratar el mismo flujo de aire, lo que hará que ahorres en tu factura eléctrica.
- Alargar la vida útil del equipo, pues se pueden detectar y corregir de manera rápida problemas que podrían derivar en averías irreversibles.
- Mejorar la calidad del aire que respiras: al limpiar o reemplazar los filtros, el aire de tu vivienda se mantendrá libre de polvo, alérgenos y contaminantes. Esto resulta especialmente importante si en tu casa hay alguien que padece algún tipo de alergia o problema respiratorio.
Texto tomado de: https://www.ocu.org