Consejos para un uso eficiente del aire acondicionado
1. Utiliza la temperatura idónea
Regular el termostato a 26 °C es suficiente para disfrutar de una estancia fresca sin preocuparse por el consumo eléctrico. Es más, cualquier diferencia superior a 12 °C entre estancias acondicionadas y el exterior genera un choque térmico nada saludable para nuestro organismo.
Uno de los errores que más se suele cometer es poner el aire acondicionado a una temperatura más baja que la recomendada, con el objetivo de enfriar más rápido la estancia. Sin embargo, de esta manera lo único que se consigue es subir más rápido el coste de la factura de la luz. Cada grado de menos puede consumir un 8% más de energía.
Por eso te aconsejamos cuidar la temperatura y colocar tu aire entre 24 °C y 26 °C. En casos de excesivo calor, selecciona una temperatura que esté 5 °C por debajo de la exterior para obtener una sensación de frescor sin exceder el consumo de energía. Recuerda que no es lógico tener el aire encendido y tener que ponerse una chaqueta para abrigarse.
2. Aprovecha el frescor restante
Un buen truco para un consumo eficiente y responsable del aire acondicionado es apagar los dispositivos minutos antes de salir de casa. Además de reducir el consumo eléctrico, se contribuye a minimizar los cambios bruscos de temperatura en el organismo. La refrigeración de una sala no se pierde inmediatamente al apagar el equipo, sino que por efecto de la inercia se mantiene durante cierto tiempo después de desconectar el aire.
3. Elige el equipo correcto
Presta atención al etiquetado energético. Elegir bien un equipo de aire acondicionado pasa por revisar su clasificación energética, porque de un aparato a otro puede haber diferencias de hasta un 60% del consumo. La etiqueta verde y la letra A son el distintivo empleado en los equipos energéticamente eficientes y los que menos consumen. Además, los últimos equipos del mercado incorporan sensores de presencia ideales para percibir el consumo potencial de aire acondicionado. Gracias al monitoreo de actividad, de movimientos y a la detección de las personas en la sala, los equipos disponen de autonomía de encendido y apagado.
También es recomendable dedicar tiempo a la limpieza de la máquina para garantizar un funcionamiento óptimo de la misma. Te recomendamos limpiar los filtros varias veces por temporada. Unos filtros llenos de polvo aumentan el gasto eléctrico porque obligan a los ventiladores a funcionar a más velocidad.
4. Busca asesoramiento profesional
Los técnicos instaladores conocen cuáles son las necesidades de los hogares dependiendo de su orientación solar y del uso previsto para el aparato. Ellos te aconsejarán a la hora de elegir el equipo más adecuado para ti. No olvides que una potencia menor o mayor de la que necesaria influirá en la óptima eficiencia del aire acondicionado.
5. Escoge la mejor ubicación
Es importante colocar los aparatos de refrigeración de tal modo que les dé el sol lo menos posible y que haya una buena circulación de aire en torno a ellos, para que no se vean obligados a funcionar a una mayor potencia de la necesaria. En el caso de que las unidades exteriores estén en un tejado, es conveniente cubrirlas con un sistema de sombra (mediante un pequeño tejado o similar).
En cuanto a las unidades interiores, la mejor ubicación es aquella desde donde se reparte el flujo de aire más homogéneamente. Evita colocar tu aire en espacios que permanecen muy abiertos. Por ejemplo, si lo colocas en el recibidor o cerca de la puerta de la terraza, te costará más mantener el ambiente fresco. Tampoco deberías colocarlo cerca de fuentes de calor como el horno, ya que necesitarás más potencia para climatizar esos espacios
6. Cierra las puertas y ventanas mientras el aire está en uso
Evita que el frío se “escape” manteniendo las puertas y ventanas cerradas mientras que tienes encendido el aire acondicionado. Un truco adicional es colocar cortinas y toldos para que no puedan entrar los rayos de sol y calentar la estancia. Una vivienda en penumbra mantiene una temperatura más agradable.
Recuerda no encender y apagar constantemente el dispositivo, ya que consumirás más con cada arranque. Tampoco lo dejes encendido cuando salgas de la habitación. Con todo esto evitarás un exceso de consumo eléctrico y potenciarás el confort y el ambiente fresco en tu casa.
7. Ventila adecuadamente
En verano, aprovecha las horas más frescas del día para ventilar tu casa. A primera hora de la mañana y por la noche son los momentos más adecuados.
Tener en cuenta detalles como el grado de eficiencia del aparato, no enfriar demasiado una estancia y proteger del sol el equipo de aire acondicionado, influyen favorablemente en el buen mantenimiento del aparato, así como en su rendimiento energético. Si, además, apoyas estos consejos con un buen aislamiento y una correcta ventilación, maximizarás la eficiencia energética del equipo y tu grado de confort en el hogar.
El mejor consejo es la instalación de equipos de calidad, seguros y fiables, y para dar un paso más allá hacia la eficiencia tanto en invierno como verano, te recomendamos la aerotermia, que proporciona soluciones eficientes de climatización, generando calefacción en invierno, aire acondicionado en verano y agua caliente sanitaria durante todo el año, sin dejar de lado el ahorro energético y el respeto al medio ambiente.
Ya conoces todos los trucos que necesitas para aprovechar de la manera más eficiente tu aire acondicionado. ¿A qué esperas para ponerlos en práctica? ¡Empieza hoy mismo!
Texto tomado de: https://twenergy.com
