El uso de equipos de aire acondicionado es una excelente opción para refrigerar los ambientes del hogar y aumentar el confort durante los meses de verano. Para hacer un uso más eficiente y evitar sorpresas en la factura de la electricidad conviene tener en cuenta algunas recomendaciones.
¿Qué tipo de equipos comprar?
Si está pensando en comprar un equipo preferentemente conviene elegir aires acondicionados con etiquetado de eficiencia energética clase A. De esa manera se puede ahorrar más de un 30% en comparación con un equipo G o F.
Además, es recomendable utilizar aires acondicionados tecnología inverter, principalmente en ambientes donde el equipo está muchas horas funcionando. Tienen un mayor rendimiento y si bien pueden costar un poco más que los tradicionales, en caso de que tengan un elevado uso el ahorro en el consumo de energía puede llegar al 40%.
¿A qué temperatura programarlo?
La temperatura de uso que se sugiere durante el verano es de 25° C. Cada grado que se disminuye en verano para enfriar la casa significa un incremento del consumo de energía de alrededor de 5%.
Ventilar los ambientes
Para conseguir la temperatura deseada, sin que suba excesivamente la factura de electricidad se recomienda abrir las ventanas y ventilar la vivienda, por ejemplo en horas de la noche cuando la temperatura tiende a disminuir, y cerrar las ventanas, bajar persianas y correr las cortinas en las horas de mayor calor cuando se enciende el equipo.
También se recomienda colocar burletes en puertas y ventanas, para ayudar a mantener el frío generado por el aire acondicionado dentro del ambiente. Un correcto aislamiento térmico puede hacer ahorrar hasta 50% de energía.
Un equipo limpio gasta menos
La limpieza del filtro de aire de la unidad interior es una tarea sencilla que conviene realizar al menos tres veces al año, según recomienda UTE. También se puede contratar el servicio técnico para hacer un chequeo integral del equipo.
De esta manera se evita que el motor del equipo se sobrecargue y consuma más energía de lo debido. Cuando el filtro está sucio se dificulta el pasaje de aire a través de esta pieza que es el aire de calefacción o de refrigeración de acuerdo a la estación del año. Estas acciones ayudan a alargar la vida útil del aparato y mantener su rendimiento.
Además, si los filtros y componentes están limpios el aire de la habitación también lo estará. De esa manera se evitan alergias y problemas respiratorios a causa del polvo, por ejemplo.
Fuente: https://www.elobservador.com.uy
Imagen: https://theconversation.com